Alain Saint-Organ nació en Colombes, a
orillas del Sena, en 1895. Su padre, Joseph Lefebvre Saint-Organ fue un
brillante escritor y periodista. Con él se trasladó el joven Alain a El Cairo
donde fue llamado a dirigir una publicación. En aquel ambiente Alain desarrolló
su pasión por el mundo de la prensa, llevada hasta el punto de fundar y editar
con sólo doce años una revista, Le
Journal des Deux Mondes, donde el muchacho comenzó a publicar sus
ilustraciones. Su iniciativa fue celebrada en toda Europa, y adquirió fama de
ser el editor más joven del mundo. Le
Journal contó con numerosos suscriptores, entre los que estaban por
ejemplo, el presidente de la República francesa o la actriz Sarah Bernhardt.
Durante la Gran Guerra fue movilizado. Combatió en los Balcanes, y a su regreso a la vida civil continuó dibujando, sobre todo caricaturas de sátira política con un estilo cercano al art-decó tan popular en los años veinte. Por entonces descubrió el cómic, siendo probablemente el primer dibujante y guionista francés que abandonó el estilo antiguo que abanderaban autores como Pinchon, para adoptar el estilo que podríamos llamar americano, con viñetas y bocadillos incluidos. Se especializó en el cómic infantil, con personajes de fantasía, dibujos de línea clara y guiones con un humor blanco y sin complicaciones. Saint-Organ adaptó cuentos de hadas de Perrault, y creó series como Milou, Toti y Serpentin, Zig y Puce o el osito Prosper. Su trabajo inspiró a muchos dibujantes posteriores de la llamada escuela franco-belga, como el mismo Hergé, creador de Tintín.
En
nuestro recorrido por la Historia del Cómic y la ilustración, recordamos hoy el
arte y el talento de Alain Saint-Organ, y os dejamos un puñado de sus páginas y
viñetas. Bon apetit.
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