Este
sinvergüenza, como él mismo se definió en sus memorias, supo encarnar como
ningún otro actor a los tipos cínicos, villanos aristocráticos que solían
enfrentarse al héroe de la película casi siempre haciendo trampas.
George Sanders se inició en el cine de
la mano de su amiga Greer Garson, dio el salto a Hollywood con una facilidad
inusitada, y se hizo un sitio en las carteleras como el secundario
imprescindible durante los años cuarenta. Se entendió con Hitchcock a las mil
maravillas, algo que realmente no era nada fácil, fascinó a mujeres tan
fascinantes como Hedy Lamarr o Gene Tierney, se convirtió en personaje
imprescindible en cualquier sarao de su tiempo. Sólo tuvo un enemigo: él mismo.
Sanders se pasó la existencia procurando hacérsela imposible, cayó en
diferentes adicciones, sufrió diversas crisis depresivas, y acabó quitándose la
vida en un oscuro hotel de Casteldefels. Venía a España con frecuencia y, mira
por dónde, terminó aquí su tortuoso peregrinaje. Fue inolvidable su papel de
primo malvado en Rebecca, y será
siempre recordado como el galán de Eva al
desnudo. Como recuerdo a este malogrado actor, os invitamos a visionar la
versión original de The strange woman, película
que dirigió Edgar Ulmer en 1946, y que contó con la impagable presencia de Hedy
Lamarr. Clic en el enlace y buen
provecho.
https://www.youtube.com/watch?v=GeSyErVcuos
Próxima entrega: Joseph L. Mankiewickz
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