El cáncer de mama constituye
alrededor del 31% de los cánceres femeninos. Es una de las patologías más
frecuentes en Europa, Estados Unidos y América Latina. Mediante un diagnóstico
precoz adecuado pueden resolverse felizmente la mayor parte de los casos,
alcanzándose porcentajes de supervivencia cada vez más elevados. Por este
motivo resulta de vital importancia la detección de este problema en sus fases
iniciales. Aquí te ofrecemos unos cuantos consejos útiles para la
autoexploración mamaria, que pueden ayudarte a practicar un primer
reconocimiento y eventualmente, consultar con tu médico o especialista.
PRINCIPALES FACTORES DE RIESGO
- Edad:
     mayor frecuencia en mujeres mayores de 40 años, aunque las formas que
     aparecen en jóvenes suelen revestir mayor gravedad.
 - Menarquia
     precoz. Haber tenido la primera menstruación en una edad muy temprana
     incrementa el riesgo.
 - Nuliparidad.
     El hecho de no haber tenido embarazos ni partos también eleva el riesgo.
 - Primiparidad
     añosa. Un primer parto tardío, a partir de los 35 años, parece constituir
     un factor de riesgo añadido.
 - Exposición
     a radiaciones. Bien sea por accidente, por exposición laboral, o por
     haberse sometido a numerosas exploraciones radiológicas.
 - Consumo
     de hormonas. Los estrógenos y la progesterona de determinados tratamientos
     hormonales, la prolongada anticoncepción hormonal, etc., aumentan el
     riesgo.
 - Alcohol.
     La reiteración en el consumo de bebidas alcohólicas también parece
     favorecer el incremento del riesgo.
 - Raza
     blanca. La incidencia es significativamente mayor en este que en otros
     grupos étnicos.
 - Antecedentes
     familiares. El factor hereditario (que sin duda existe) acaso se ha
     sobrevalorado en exceso. Parece que los factores hereditarios están
     presentes en entre un 5 y un 10% de los cánceres mamarios. En la
     ilustración de debajo se representa esta proporción.
 
INSTRUCCIONES PARA 
1.- Tumbada:
§    
Tiéndete,
colocando una almohada bajo el hombro derecho. Introduce el antebrazo derecho
bajo la cabeza.
§    
Con
las yemas de los tres dedos centrales de la mano izquierda, intenta detectar
posibles bultos en la mama derecha.
§    
Debes
presionar con suficiente firmeza. Es normal notar una cresta dura en la curva
inferior de cada mama. Si no estás segura de cuánta presión debes aplicar,
pregunta al profesional sanitario o trata de imitar la fuerza que aplica el
médico y el personal de enfermería.    
§    
Presiona
con firmeza sobre la mama trazando líneas verticales de subida y bajada en
franjas. También puedes aplicar movimientos circulares o en cuña, pero debes
seguir el mismo patrón cada vez. Reconoce toda la mama y recuerda cómo estaba
el mes anterior.
§    
Repite
la exploración con la mama izquierda, aplicando las yemas de los dedos de la
mano derecha.
§    
Si
notas alguna masa, bulto o lesión en la piel, consulta con tu médico.
2.- De pie:
§    
Repite
la exploración de las dos mamas en pie, colocando la mano detrás de 
§    
Puedes
también hacer esta exploración en 
§    
Para
más seguridad, puedes reconocer las mamas delante de un espejo, justo después
de la autoexploración mensual. Mira si hay algún cambio en el aspecto de las
mamas, por ejemplo una retracción de la piel, cambios en el pezón,
enrojecimiento o tumefacción.
§    
Si
descubres alguna masa, bulto o lesión en la piel, consulta con tu médico. En la
simpática ilustración de los limones aparecen las irregularidades más
frecuentemente relacionadas con tumores mamarios.
Debes someterte regularmente a una
exploración especializada y un control periódico por tu ginecólogo,
especialmente si eres mayor de 40 años. La mamografía es una prueba sencilla y segura, capaz
de detectar la práctica totalidad de los tumores mamarios.
Nunca voy a ver películas donde el pecho del héroe
es mayor que el de la heroína.  Groucho Marx.






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