lunes, 17 de octubre de 2016

ANIMACIÓN. LA MAGIA LLEGA AL CINE



¡Qué habría sido nuestra infancia sin los dibujos animados! El cine de animación era pura fantasía, magia auténtica por el precio de una butaca.
Poco después de los precursores, McKay, Sullivan o Fleischer, llegó la factoría Disney para instalarse en nuestras vidas. A pesar de que en ocasiones los animalitos humanizados y las inocentes princesitas de la casa resulten un poco cursis, hay que reconocer a Disney sus muchos méritos. Una animación que en ocasiones ha rayado la perfección, un color magnífico y una fantasía sin límites, son todos atributos innegables de la firma. Por otra parte, no conviene olvidar que los creativos Disney han intentado en diferentes épocas innovar e investigar. El largometraje Fantasía fue en los cuarenta casi revolucionario, como lo fueron algunas de las magníficas secuencias de Dumbo, inspiradas en el surealismo daliniano. En los últimos tiempos, la asociación con Pixar ha producido también alguna que otra obra de arte notable. Paradójicamente, estas y otras aventuras estéticas no tenían el mismo éxito en las taquillas que las tradicionales y edulcoradas historias de princesitas. Resultado: Disney ha dado al público lo que el público quería.
Como pequeña y modestísima muestra, os ofrecemos el enlace para ver el cortometraje El jardín de Mickey, una deliciosa producción de 1935 con un color asombroso que se adelantó un lustro al technicolor del cine convencional. Haced clic en la carátula y dejaos llevar por la magia de Disney y las travesuras de Pluto durante unos minutos.

Próxima entrega: sonría, por favor



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