Leonid Nikoláievich Andréyev es quizá el principal representante del
expresionismo literario ruso. Nacido en Oryol en 1871, Andreiev estudió Derecho
en Moscú y San Petersburgo, pero muy pronto abandonó las leyes para dedicarse
de lleno a la escritura y el periodismo. Sus primeros relatos, publicados en el
periódico El Mensajero de Moscú,
impresionaron favorablemente a Máximo Gorki, que en la Rusia de fines del XIX
era el escritor de moda y la mayor autoridad literaria. Gorki le animó a seguir
escribiendo relatos, el género que Andreiev cultivó con más acierto, hasta el
punto de convertirse en uno de los autores rusos más prolíficos de todos los
tiempos. Su primera colección de relatos, aparecida en 1901, consiguió vender
250.000 ejemplares en un tiempo record y sin pasar las fronteras rusas. Todo un
gran éxito.
Andreiev
vivió de lleno la revolución, en la que se implicó de forma vehemente. Sin
embargo, a diferencia de su mentor Gorki, no consiguió adaptarse al nuevo orden
político y social bolchevique. Muy pronto sus recientes amigos comenzaron a
mirarle con desconfianza, y no tardaron en manifestarle una abierta hostilidad.
Ante esta situación, y temiendo seriamente por su vida, Leonidas Andreiev se exilió
en Finlandia. Para sus correligionarios se convirtió en un renegado, mientras
que en el mundo occidental se le consideraba un peligroso comunista. El
resultado fue que Andreiev murió en un país extranjero, solo, pobre y olvidado.
Su fallecimiento se produjo por una enfermedad cardiaca en 1919, cuando contaba
48 años.
Aunque
sus inicios literarios transcurrieron dentro de lo que podría llamarse la tradición rusa, muy pronto derivó
hacia el movimiento expresionista, que en esa época causaba furor en el
resto de Europa. En su relato Los siete
ahorcados, publicado en 1908, Andreiev sorprendió a crítica y público con
un estilo nuevo en las letras rusas, a caballo entre el simbolismo y el expresionismo.
Más tarde sus enemigos políticos calificarían su narrativa como simplemente
excéntrica. En sus últimos años ya en Finlandia, se apartó de la ficción para
dedicar su tiempo a escribir manifiestos que denunciaban los excesos
bolcheviques. Tras su prematura muerte, su obra fue redescubierta en occidente,
donde se han llevado al cine o adaptado al teatro y a la televisión muchas de
sus narraciones. Andreiev ha visto revindicado su nombre y su talento en los
escenarios de Broadway y hasta en el cine argentino.
Biblioteca
Bigotini tiene hoy el placer de ofrecer a sus lectores una cuidada versión
digital de su narración breve Un hombre
original. Se trata de una pieza de las que mejor ejemplifican
ese particular estilo de cuentista ruso reconvertido al expresionismo que
Andreiev cultivó con tanta maestría como podrá comprobarse en su lectura. Haced clic en la
portada y sumergíos en la sólida prosa, en la cuidada escenografía
expresionista y en la originalidad del genial Andreiev Sin duda, un hombre de
lo más original. Que la disfrutéis.
Una
cita a ciegas puede convertirse en un cerdo con sombrero y un bolso de mujer.
Groucho Marx.
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