lunes, 25 de mayo de 2015

LUCA PACIOLI Y LA DIVINA PROPORCIÓN

uca Bartolomeo Pacioli, un franciscano nacido en la localidad de Sansepolcro en 1445, y fallecido en Roma en 1517, está considerado como el pionero del cálculo de probabilidades. En 1495, el maestro Jacopo Barbari pintó un magnífico retrato suyo, gracias al cual conocemos su aspecto físico. Sabemos poco de su devenir biográfico, porque al parecer fue hombre retraído, entregado por completo a sus estudios y al recogimiento propio de la regla que profesó.

En cuanto a su obra, se centró en el campo de la aritmética, sobresaliendo entre sus hallazgos, el perfeccionamiento de la ciencia contable, que al parecer realizó por encargo de los mercaderes venecianos, y recogió en su obra Summa de aritmética, geometria, proportioni et proporcionalita, publicado en Venecia en 1494. A pesar de su título latino, fue la primera obra matemática que se imprimió en una lengua romance. Contiene entre otras materias, el método contable de la partida doble. Otra de las curiosidades de este trabajo es que en él utilizó por vez primera la aproximación logarítmica, adelantándose un siglo a John Napier.

Pero la obra más célebre e influyente de Pacioli es De divina proporcione, publicada en Milán en 1496. Este libro fascinó a Leonardo de Vinci, hasta el punto de aplicar sus principios en diferentes dibujos, pinturas y artefactos. Pacioli trató de forma científica las razones y proporciones que adoptaron todos los artistas del quattrocento. La perspectiva y la división del espacio en polígonos, fueron los principios básicos de su obra. También dedicó un amplio espacio al estudio de la proporción áurea. El mismo Leonardo se encargó de ilustrar una edición posterior de 1498, y en aquella corte milanesa de los Sforza, que regía Ludovico el Moro, probablemente no hubo libro más comentado, discutido y admirado que esta obra de Luca Pacioli. En aquel ambiente artístico y científico, el franciscano trató y frecuentó a personajes tan importantes en la Historia del arte como el citado Leonardo, Piero della Francesca, Bramante, Leon Battista Alberti, Palmezzano, Melozzo da Forli o Albert Durero.


Nuestro sabio también se interesó por la geometría, la arquitectura y la música. En materia de astronomía, Pacioli resultó ser bastante más místico, confundiéndola con la astrología, algo por otra parte muy común en esa época. El retrato que le hizo Barbari se conserva en el museo napolitano de Capodimonte. En él se le representa rodeado de diferentes figuras geométricas, y acompañado de un personaje que por algunos se ha identificado como Guidobaldo de Montefeltro, y por otros como Alberto Durero. Quien tenga curiosidad por profundizar en los hallazgos de Pacioli, debe visitar la iglesia de Santa Maria in Organo de Verona. En ella podréis admirar las reproducciones de las ilustraciones que realizó Leonardo para De divina proportione, obra de Fra Giovanni da Verona. Se encuentran en los intarsios (taracea en madera) de la sillería y otros elementos de la iglesia. El lugar se ha convertido en una especie de templo iniciático para una legión de adeptos a esoterismos a caballo entre lo místico y lo paracientífico, del estilo de El código da Vinci.


Los que no tienen nada importante que decir, hablan a gritos. Enrique Jardiel Poncela.


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