Nacido
en 1749 en la ciudad cordobesa de Montilla, Diego
de Alvear y Ponce de León, español, patriota, ilustrado, liberal
y hombre de honor, protagonizó una de las más apasionantes biografías de su
apasionante época, a caballo entre los siglos XVIII y XIX. Su abuelo, fundador
de la que sería una extensa dinastía, hizo fortuna en el negocio vinícola.
Diego estudió en su Montilla natal y en Granada, para ingresar después como
guardiamarina en la armada, donde alcanzó el grado de brigadier. En 1776 y 1777
tomó parte destacada en la llamada Guerra
de Sacramento bajo el mando del general Ceballos, recuperando el control de
un extenso territorio en el actual Uruguay, que se disputaban España y
Portugal. Pasó treinta años de su vida en la entonces provincia de Buenos
Aires. Contrajo matrimonio con María Balbastro, una criolla con la que tuvo
nueve hijos, fructífera estirpe americana que andando el tiempo dio a Argentina
varios importantes hombres de estado y hasta un presidente.
En
agosto de 1804 Diego de Alvear embarcó en Montevideo hacia España, y en la
mañana del 5 de octubre la flotilla formada por cuatro fragatas fue atacada por
una flota inglesa contraviniendo el Tratado
de Amiens que se había firmado en 1802. La fragata Mercedes (ahora tan de
actualidad por el expolio de Odyssey) fue alcanzada en su santabárbara,
hundiéndose en el acto y llevándose al fondo del mar todo lo que Alvear poseía,
incluyendo a su esposa y a todos sus hijos con excepción de Carlos María, que
estaba destinado a ser una figura clave de la Historia argentina. Hecho
prisionero y llevado a Inglaterra, Alvear defendió ante las autoridades
británicas el derecho y la razón que le asistían, y lo hizo con tan enérgica
convicción, que el gobierno británico restituyó públicamente su honor y hasta
una parte de sus pérdidas. Conoció en su cautiverio inglés a la joven irlandesa
Luisa Ward, con quien contrajo segundas nupcias tras su regreso a España en
1807.
En
la Guerra de Independencia, Alvear se
distinguió heroicamente en la defensa de Cádiz, lo que le valió la Gran Cruz de San Hermenegildo. Sufrió
después persecución por sus ideas liberales durante el oneroso reinado de
Fernando VII. Tras sufrir incontables afrentas por parte de aquel funesto rey
que jamás mereció reinar, Diego de Alvear falleció en Madrid en 1830. Su
pérdida fue lamentada tanto por los españoles de bien como por no pocos
argentinos e ingleses que por haberlo conocido y tratado, lo admiraron
profundamente.
Diego
de Alvear brilló también en el plano intelectual y literario. Especialmente
dotado para los idiomas, dominó el latín, el inglés, el francés, el italiano,
el portugués, y las lenguas de los tupís y los guaraníes. En castellano dejó
una extensa obra científica sobre astronomía, matemática y ciencia militar.
Gran geógrafo y conocedor al detalle de la región del Río de la Plata, publicó
también una Descripción de Buenos Aires
y su Demarcación de los territorios de
España y Portugal. En Biblioteca Bigotini os proponemos la lectura (haced clic en la
imagen) de la Relación
geográfica e histórica de la provincia de Misiones. Una
curiosidad bibliográfica donde podréis hallar datos de primera mano sobre la
región que popularizó la película La Misión de Roland Joffé,
protagonizada por Robert De Niro y Jeremy Irons. Sirva como modesto homenaje al
que sin duda fue uno de los mejores hombres de su tiempo.
Un
auténtico caballero es el que se avergüenza si alguna vez sus palabras han sido
mejores que sus hechos.
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