Gustave Klimt. Las tres edades |
¿Recordáis
la segunda ley de la termodinámica? Una de las entradas más visitadas del
anterior blog trataba de la entropía.
Todo sistema tiende al desorden, por lo
tanto, la entropía del universo aumenta de manera constante e inexorable.
Recordaréis
también que la vida se basa en la transgresión reiterada de la segunda ley. Los
seres vivos, desde las bacterias más simples hasta las majestuosas ballenas
azules que surcan los mares, hemos apostado por el orden, por mantener
estructuras moleculares complejas que son capaces de conservar su intrincada
disposición, e incluso de autoreplicarse, creando organismos similares a partir
de cadenas de nucleótidos que contienen la información necesaria para producir
un nuevo ser.
Desgraciadamente
en un universo como el nuestro, gobernado por normas rígidas, nada, ni siquiera
la biología, es capaz de sustraerse a las leyes naturales. La segunda ley
siempre acaba cumpliéndose. El largo camino hacia la entropía absoluta, hacia
el total desorden, hacia la muerte del universo, sigue fatalmente su curso.
Los
organismos vivos pasamos por tres etapas a lo largo de nuestra existencia: crecimiento,
madurez y declive. Durante las dos primeras, primero incrementamos el
orden desarrollando estructuras, y después las mantenemos funcionando a pleno
rendimiento durante cierto tiempo. Mientras las estructuras y los tejidos se
organizan y se mantienen, consiguen que su entropía neta sea menor que cero. No
obstante, a nuestro alrededor la entropía del universo, la tendencia al
desorden de cuanto nos rodea, sigue creciendo como siempre ha ocurrido y como
siempre seguirá ocurriendo, para satisfacer la segunda ley. Estamos obligados a
consumir oxígeno y nutrientes para producir la energía que nos mantiene vivos,
y expulsamos al exterior energía en forma de calor, CO2 y diferentes
tipos de residuos, lo que da lugar a un incremento neto de la entropía de los
alrededores.
Pero
esa situación no puede prolongarse indefinidamente. A su tiempo el declive, la
vejez, alcanza a todo organismo vivo. De alguna forma nos volvemos incapaces de seguir absorbiendo el orden necesario para
mantener la vida. Es entonces cuando aumenta la entropía, cuando aparecen
la enfermedad y la muerte.
Los
recientes avances de las ciencias biomédicas nos proporcionan cierta
información sobre el envejecimiento celular. En las células se produce una
acumulación de defectos genómicos en forma de mutaciones o de copias
incompletas de la información, que implican desorden, y dificultan el correcto
funcionamiento de los procesos imprescindibles para que las células vivan. En
los seres vivos, la producción de entropía conduce a la muerte si no se
compensa con los adecuados intercambios con el entorno. Comer, beber y
respirar, no sólo son actividades necesarias para proporcionar energía al
organismo y mantener las funciones vitales, sino también y fundamentalmente,
para eliminar la entropía producida por el propio organismo. El CO2, el agua
eliminada, y cualquiera otra de las múltiples sustancias de desecho que
producimos los seres vivos, podría decirse que son ricas en entropía.
En
la última fase de la vida, en la vejez, en nuestro organismo se produce una
variación positiva de la entropía. De
forma irreversible se alcanza el estado de equilibrio con el universo que
conocemos como muerte biológica.
Todos
estamos abocados a alcanzar ese estado de equilibrio. La muerte es un fenómeno
biológico que constituye una parte imprescindible y sustancial de la vida.
Todos y cada uno de nuestros átomos se dispersarán, pasando a formar parte de
otras estructuras vivas o no. Finalmente, cuando se produzca la definitiva
muerte del universo, todos los átomos de todos los organismos pasados,
presentes y futuros, flotarán en un caos cósmico, frío y quién sabe si también
eterno. El cero absoluto. La nada… o quizá otra vez el principio.
La juventud es un defecto que se
corrige con el tiempo. Enrique Jardiel Poncela.
Próxima entrega: Hollywood y la edad dorada
Excelente tema. Me fascina el concepto de Entropía y segunda Ley de la termodinamica.
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